sábado, 14 de marzo de 2015

El teorema Katherine


Título original: An abundance of Katherines

Autor: John Green

Género: Realista

Número de páginas: 312

Editorial: Nube de tinta

Categoría: Libro autoconclusivo


Sinopsis: Según Colin Singleton existen dos tipos de persona: los que dejan y los que son dejados. Él, sin duda, pertenece al segundo. Su última ex, Katherine XIX, no es una reina, sino la Katherine número diecinueve, que le ha roto el corazón. Para escapar de su mal de amores, y con el propósito de hallar un teorema que explique la maldición de las Katherine, Colin emprende junto a su amigo Hassan una aventura que le llevará a Gutshot, un pueblecito de Tennessee, y a la sospecha de que en la vida la inteligencia no siempre es la mejor compañera de viaje.



MI OPINIÓN

Hacía tiempo que me apetecía reseñar algún libro de John Green, y como la blogosfera está plagada de reseñas de Bajo la misma estrella, me he acabado decidiendo por este, que es el último suyo que me he leído. Me lo terminé a principios de este mes y creo que ya iba siendo hora de daros mi opinión sobre él, así que... lets go!

Lamentándolo mucho, tengo que decir que este libro me ha decepcionado bastante. Había leído muy buenas críticas de él por todas partes y la sinopsis sugería una historia interesante y original. Y como además era de John Green, era una lectura que prometía bastante. De modo que lo compré, y lo leí y al final resultó que... no era para tanto.

A pesar de que se supone que este libro es realista, hay algunas cosas en él que se me han hecho bastante difíciles de creer. Vamos a ver... ¿quién conocer a diecinueve personas que se llaman igual y se enamora de todas ellas? O... no diré nada más para no hacer spoilers, pero bueno, en definitiva hay bastantes cosas un poco surrealistas en este libro. Y a parte de esto, al autor le da por meter unos cuantos elementos bastante raros en su historia, que no han terminado de encajarme del todo. Si lo habéis leído probablemente se os ocurran bastantes ejemplos para ilustrar de lo que estoy hablando.

Uno de los principales problemas del libro es que prácticamente carece de trama y esto se debe, en parte, a la ambientación. El lugar en el que John Green ha desarrollado la mayoría de su trama es un sitio en el que... en fin, no hay lugar a que ocurra prácticamente nada. 

En este libro nos encontramos por enésima vez el socorrido modelo de personajes que casi siempre utiliza John Green en sus libros. Y es que en todos los libros suyos que me he leído (salvándose, quizá, Bajo la misma estrella) todos los personajes son iguales: El protagonista masculino rarito, el amigo gracioso, la chica sassy y atrevida... En Ciudades de papel pude dejar pasar esto porque la historia que se contaba en el libro era muy interesante y todos los personajes encajaban muy bien en ella; pero en el Teorema Katherine, como no sucede gran cosa... buf. 

Tenemos a nuestro protagonista, Colin. La mayor parte del tiempo es un personaje algo pusilánime (normal, le han dejado diecinueve veces, como para no serlo...), pero por lo general me ha gustado. Es una persona brillante y el autor no ha dejado de demostrarlo, y me encanta su forma de pensar y de relacionar constantemente unas cosas con otras. Con eso que siempre dice de que quiere ''importar'', en algún que otro momento se las ha arreglado para hacerme sentir identificada con él. Pero en otros tengo que reconocer que simplemente quería abofetearlo. 

En cuanto a su mejor amigo, Hassan, se suponía que era un personaje gracioso pero la verdad es que a mí me ha dejado bastante indiferente. No es que me haya caído mal, pero no sé, simplemente no me ha hecho gracia xd. Pero lo que sí que me ha gustado de él es la amistad que tiene con Colin, que me parece una de las amistades más creíbles que he leído.

En cuanto al resto de personajes secundarios no puedo decir gran cosa, porque tampoco es que tengan una importancia desmesurada. Pero independientemente de si me han caído bien o mal, son todos bastante bastante típicos. 

A pesar de algunas de las pegas que pongo arriba, hay cosas que sí que me han gustado mucho del libro y una de ellas es que ¡he aprendido un montón de detalles interesantes! Y es que a parte de que el protagonista no para de hablarte de historia, matemáticas y otras cosas, el libro está lleno de pequeñas notas de pie de página escritas por el autor, dándote datos curiosos sobre cosas random o aclarándote algunos de los comentarios. También reconozco haber soltado alguna que otra carcajada con algún diálogo o situación, y hay un par de escenitas bastante cuquis.

Tampoco puedo dejar de reconocerle a John Green la cantidad de trabajo que estoy segura que hay detrás de este libro. Todos los datos matemáticos reales, las curiosidades históricas, los anagramas (que yo soy incapaz de encontrar ni en las palabras más sencillas) y sus ciertas y profundas reflexiones sobre la vida. En ese aspecto, como ya nos tiene acostumbrados, el autor se luce por completo. La parte del teorema sigue pareciéndome algo muy original e interesante y el mensaje que se transmite en las últimas diez o veinte páginas del libro también me ha gustado y me ha hecho reflexionar. Pero creo que El teorema Katherine podría haber dado muchísisisisisisimo más de si, si (en mi opinión) se hubiese enfocado desde otra perspectiva. 

Le doy seis estrellas y media, porque a pesar de que hay cosas que me han gustado bastante, hay muchas otras que inclinan la balanza hacia abajo y me han impedido disfrutar del libro por completo. Así que se queda con un bien, porque al fin y al cabo el libro está bien.


¡Holiiiiiiiiiiiiiiiiiis! Sí, lo sé, he andado algo ausente por aquí estos días. Pero es que estaba de exámenes y tampoco he tenido mucho tiempo para ponerme a escribir entradas >.< Esta semana me pondré las pilas para traeros alguna que otra cosilla más, pero me temo que tendré que volver a desaparecer pronto. El sábado de la semana que viene me marcho un par de semanas a Estados Unidos, de modo que tampoco me podré pasar. Dejaré unas cuantas entradas programadas por si no me puedo llevar el portátil. En cuanto vuelva seré toda vuestra jeje ^^

¡Besos a todos!


sábado, 7 de marzo de 2015

El mito de las estrellas fugaces

¡Hola, hola, hola! ¿Qué tal? Aquí donde yo estoy me disponía a ponerme a estudiar algo cuando me he acordado de un relato que tengo desde hace tiempo y que me encantaría enseñaros. Ya anda por ahí, y puede que ahora esté un poco fuera de tiempo, pero me apetecía tenerlo aquí, porque estoy bastante orgullosa del resultado ^^ Es un poco largo, pero si no os da mucha pereza leerlo espero que os guste jeje.

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EL MITO DE LAS ESTRELLAS FUGACES




Eran casi las diez de la noche del día veinticuatro de diciembre y, como de costumbre, Ming Liu se encontraba en el asiento delantero de su taxi con los ojos fijos en la avenida de la gran ciudad. Le hubiese encantado poder tomarse la noche libre para poder estar con su familia, pero tal y como estaban las cosas cualquier dinero extra que pudiese ganar sería de agradecer.

Al mirar a su derecha, vio una gran figura oscura que extendía el brazo hacia la carretera con aire impaciente, indicando que necesitaba que le llevaran. Se detuvo de forma mecánica en el arcén y un hombre gordo ataviado con un grueso abrigo de piel entró a trompicones en el asiento trasero del taxi. El recién llegado cerró de un portazo, miró con cara de pocos amigos a Ming, y le frunció el ceño.  

-Al hotel Monumental.-Ladró el hombre.-¿A qué esperas, inútil? No tengo toda la noche.

Ming suspiró imperceptiblemente, arrancó el vehículo sin más tardar y condujo a través de la atestada calle en dirección al centro. Desde que había llegado a aquel país hacia casi cinco años, y en especial desde que desempeñaba la profesión de taxista, se había encontrado con varias personas así. Pero como Ming era un hombre inteligente, había aprendido a ignorarles y a no darles importancia. No obstante, solían abusar de su energía.

domingo, 1 de marzo de 2015

Cómo escribir un libro sin morir en el intento #2

¡Buenas noches, mis queridos amigos! Supongo que si lleváis un tiempo por aquí recordaréis haber visto una entrada llamada ''Cómo escribir un libro sin morir en el intento #1'' en la que inauguraba la nueva sección y os hablaba de las ideas. Pues bien, por fin he vuelvo con la segunda entrada, y esta vez he venido para hablaros un poco sobre...

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LOS PERSONAJES


Bueno, ahora que ya tenemos nuestra idea, el siguiente paso es crear a los personajes. Es muy probable que en algún momento del desarrollo de tu idea te hayas parado a pensar en ellos y ya tengas por lo menos un esquema básico de lo que quieres que sean. El o la protagonista, el malo, algún que otro personaje secundario... Pero antes de ponerte a escribir, es muy útil y necesario tomarse un tiempo para dedicar en ellos y desarrollarlos mejor. Aquí os voy a dar un par de consejos en cuanto a la creación de estos personajes más importantes, y luego os daré algún que otro pequeño truco que os sirva para el desarrollo de personajes en general. Vamos a empezar. 

El protagonista. Esto puede aplicarse tanto como para los protagonistas como para cualquier otro personaje, pero adquiere mucha más importancia aquí, de modo que atención: Guapísimo, inteligente, divertido, talentoso... A nadie le gusta Superman. Lo que quiero decir con esto es que no debes hacer a tu protagonista perfecto. Si el héroe de tu historia se pasa de maravilloso acabará resultando aburrido e incluso irritando a los lectores. Al fin y al cabo, todo el mundo comete errores y tiene defectos, por pocos que sean.

El antagonista. En todas las historias, o al menos en la mayoría de ellas, hay uno, ¿no? En mi opinión es uno de los personajes más complejos de toda la historia, y por lo tanto uno de los que más tiempo lleva desarrollar. Un malo no puede ser malo solo porque le gusta serlo, eso debemos tenerlo claro. De modo que párate a pensar, y métete dentro de la cabeza de ese personaje tan enigmático que has creado. ¿Qué ha ocurrido para que llegara a ser como es? ¿Por qué motivos hace lo que hace? 

Los personajes secundarios. Aunque no parezcan muy importantes, sí que lo son, y no hay motivo por el cual no puedan estar igual de bien construidos que los principales. Los personajes secundarios son algo muy necesario en una historia, así que no los descuides. Escribe aunque sea una pequeña biografía de cada uno de ellos. Si cada vez que te toca escribir sobre alguno de ellos te pones a improvisar se te acabarán olvidando todos los datos y probablemente acabes contradiciéndote a ti mismo.


Un personaje no es solo un nombre, un color de pelo y un color de ojos. Sino algo mucho más profundo que eso. Ante todo no te olvides de que todo ser humano (y también los vampiros/ángeles/magos sensuales que decidas crear) es una mezcla de virtudes y defectos, con una personalidad y unos sentimientos propios. Antes de forzar a un personaje a tomar determinadas decisiones o actuar de una cierta forma en situaciones puntuales, tómate un segundo para recordar cómo es la manera de pensar de dicho personaje y si él o ella haría eso. Un personaje que está bien desarrollado y definido suele ir por libre, y en seguida te darás cuenta de que estás haciéndolo actuar de una forma en la que no lo haría. Algunas veces esto da hasta miedo, porque es como si ellos mismos escribieran la historia por ti XD.

Antes que nada quiero advertiros que es conveniente que no os metáis a vosotros mismos o a cualquier otro conocido vuestro directamente en la historia. Puede parecer algo muy cómodo en un principio, pero os va a condicionar mucho a la hora de escribir, ya que estaréis pensando todo el rato en vosotros o en esa persona en lugar de en el personaje que habéis creado. Sí que se pueden coger ciertos detalles de esos que vemos a nuestro alrededor, claro está. Unos ojos bonitos que vemos por la calle, un gesto, un sombrero fuera de lo común. Eso sí.

Algo que a mí me resulta muy útil a la hora de construir los personajes es elaborar fichas'sobre ellos. En principio lo hago solo con los protagonistas y los más importantes, y la verdad es que suele ayudar bastante. Para hacerlo, cojo un folio, elijo uno de mis personajes y respondo a las siguientes cuestiones:

-Nombre, edad y lugar de residencia:

-Situación familiar: 

-Apariencia física:

-Carácter y aficiones:

-Tres virtudes y tres defectos:

-Sueños y/o aspiraciones: 

-Miedos y/o manías:

-Una breve biografía:

Esto lleva un par de minutos y, aunque no nos demos cuenta, nos ayuda a entender mejor a los personajes que estamos creando y a darles profundidad.

En cuanto a los nombres, supongo que es lógico que tienen que ser acordes a su lugar de procedencia. Claro que puedes inventártelos, al fin y al cabo son tus personajes y tu historia, pero lo que quiero decir es que por lo general nunca nos encontraremos (o sería muy raro, al menos yo no conozco a ninguno) a un chino llamado Carlos, ¿no? Si tus personajes pertenecen a un lugar inventado, aquí ya tienes libertad de llamarles como te plazca. Yo soy muy fan de abrir el traductor de google, buscar palabras bonitas en otros idiomas y ponérselas a modo de nombre a muchos de mis personajes de mundos inventados y esto me sirve también para los lugares.

Algo que menciono en la ficha de arriba y que también e muy importante son las manías. El simple detalle de que un personaje se pase todo el rato silbando, apartándose el flequillo de la cara o mordiéndose las uñas le hace mucho más humano y real. 

Por último, voy a comentaros algo que considero muy, muy importante para que una historia funcione bien: Es posible (que no indispensable, ojo) que hayas decidido que tu libro contenga una historia de amor. Si resulta que en dos de tus personajes se enamoran, recuerda que esto no es un fanfic de One Direction y que, en la vida real, las personas no se enamoran perdidamente unas de otras en cuestión de dos días. Por lo tanto, si quieres que tu historia de amor sea creíble, no tengas prisa en hacer que tus personajes corran el uno a los brazos del otro nada más conocerse. Y por favor (POR FAVOR) cuidado con el nivel de pastelosidad que decidís añadir. Porque sí, está muy bien que un personaje sea muy romántico y de vez en cuando suelte alguna que otra frasecilla medio cursi. Pero cosas del calibre de ''Quisiera lavar mi alma en el azul de sus ojos'' suelen producir en el lector un efecto tal que así. (Véase imagen de la derecha)

Nota importante: No metas a la fuerza más personajes de los que necesitas. Si un día te das cuenta de que cierto personaje está entorpeciendo el desarrollo de tu historia y ves que no aporta nada a la trama, elimínalo sin reparos.


Y esto es todo. No sé si me ha quedado una entrada demasiado larga, pero espero que os haya parecido interesante o, en su defecto, entretenido. Aun no he decidido de qué va a tratar la próxima entrada pero procuraré tenerla lista pronto ;) ¡Muchos besos!